Tipos de luz

TIPOS DE LUZ Y TIPOS DE LUMINOSIDAD EN FOTOGRAFIA.

La iluminación en fotografía consiste en dirigir y rebotar luz hacia un objeto con la intención de que ésta pueda ser registrada por una película o un sensor electrónico CCD o CMOS. La luz resulta fundamental en la fotografía ya que sin ésta no es posible plasmar una fotografía. Aparte de ser un factor físico imprescindible en el proceso fotográfico, la luz posee una función plástica de expresión y modelado que confiere un significado y un carácter tal, que muchas veces ella sola determina la calidad de una fotografía, aunque esto depende del gusto propio del fotógrafo y la técnica que él mismo emplee.

Luces empleadas en fotografía:

Una iluminación básica consiste en el uso de tres luces: principal, relleno y contra.

– Luz Principal: es la fuente más potente, la de más intensidad y fija la colocación de las demás.
– Luz de Relleno: suele situarse al lado contrario de la luz principal y sirve para disimular las sombras producidas por la luz principal.
– Luz de Contra: crea un halo detrás del elemento a fotografiar y ayuda a darle volumen separándolo del fondo.
Si se desea que el fondo no quede muy oscuro, se puede iluminar con una luz suave, para que no se distraiga y desvíe la mirada del objeto protagonista de la fotografía.

Luz natural y artificial

La luz puede provenir de fuentes naturales o artificiales, y en cada caso posee una serie de características.

La luz natural es aquella que porviene del mismo sol y es influenciada en su paso por la atmósfera terrestre, además dependiento de la hora del día puede dar diferentes matices en intensidad, dirección, dureza y color, dando por consecuencia que una luz apta para determinado trabajo tenga poca duración debido a la rotación de la tierra. Una ventaja de la luz natural es que permite hacer tomas fotográficas en exteriores y puede ser complemento a la luz artificial. La luz artificial es aquella que proviene de lámparas, spots, flashes y otros objetos luminosos controlados por el fotógrafo, teniendo como ventaja el poder manipular la dirección, color e intenisdad de éstas. Sin embargo el uso de luz artifical resulta en un costo más caro de producción y además requiere de conocimientos técnicos para manejar las luces adecuadamente; dependiento de la cantidad de luces en uso siempre puede haber un límite de la extensión de la superficie iluminable, por lo que la luz artificial suele ser complemento de la luz natural y viceversa.

El Color

Viene determinado por la longitud de onda de la luz y por el color intrínseco del objeto. El color es una parte importante del registro fotográfico ya que usualmente le da un sentido dramático a la fotografia y puede provocar distintas expresiones o estados de ánimo dependiendo de lo que el fotógrafo quiera manifestar por medio de ella.

Dirección

La Dirección de la luz y la altura es el ángulo de direccionamiento de las luces hacia el modelo y tiene una importancia decisiva en el aspecto general de la fotografía. Variando la posición de la fuente, pueden resaltarse los detalles principales y ocultarse los que no interesen. De la dirección de la luz también depende la sensación de volumen, la textura y la intensidad de los colores. Como ejemplo se puede citar que una luz dirigida de manera horizontal puede sugerir tranquilidad o ambiente de atardecer.
Aunque las posiciones de la luz respecto al motivo y la cámara, pueden ser infinitas, todas ellas pueden incluirse en mayor o menor parte en unos de los tres tipos siguientes:

Luz frontal:

Produce aplanamiento de los objetos, aumenta la cantidad de detalles pero anula la textura. Los colores se reproducen con gran brillantez.

Iluminación lateral:

Destaca el volumen y la profundidad de los objetos tridimensionales y resalta la textura; aunque da menor información sobre los detalles que la luz frontal y, además, aumenta el contraste de la imagen.

Contraluz:

Convierte los motivos en siluetas lo cual puede resultar conveniente para simplificar un tema conocido y lograr su abstracción, a ello hay que añadir, además, la supresión que se consigue de los colores.

Difusión

Determina la nitidez del borde de las sombras y, por tanto, la dureza o suavidad de la imagen. La luz dura produce, en general, efectos fuertes y espectaculares, mientras que la suave resta importancia a las sombras y hace que sea el volumen del motivo el que domine sobre las líneas.
Ambos tipos de iluminación están determinados por el tamaño y proximidad de la fuente luminosa. La luz dura procede de fuentes pequeñas y alejadas, como el sol y las bombillas o flashes directos. La distancia y el tamaño determinan el grado de dureza. La luz dura es idónea para destacar la textura, la forma y el color; y proporciona el mayor grado de contraste.

La iluminación semidifusa procede de fuentes más grandes y próximas al objeto y, aunque produce sombras definidas, ya no tienen los bordes nítidos. La luz semidifusa destaca el volumen y la textura, pero sin sombras negras y vacías y sin el elevado contraste de la luz dura. El color resulta más apagado.

La luz suave es muy difusa y no proyecta apenas sombras. La fuente luminosa ha de ser muy extensa como un cielo cubierto, o rebotarse sobre una superficie muy grande y próxima, como el techo, pantallas, lienzos, etc. Esta iluminación es la menos espectacular de todas pero la más agradable y fácil de controlar. El control del contraste, uno de los principales problemas con que se enfrenta el profesional, queda perfectamente resuelto con este tipo de luz.
La combinación de longitudes de onda en la luz natural varía con la hora del día debido a la diferente refracción de los rayos en la atmósfera. Al medio día todos los rayos refractan por igual y la luz aparece blanca. Las moléculas del aire dispersan parte de la luz, sobre todo las radiaciones más cortas y por ello vemos el cielo azul.
Al atardecer, el sol debe atravesar un capa más gruesa de aire; El extremo rojo del espectro es, como ya vimos, el que sufre una mayor refracción, y, por tanto, los atardeceres son rojizos. La intensidad de la luz como factor determinante del color, es únicamente una ilusión óptica debida a la peculiar fisiología de nuestra retina.

La imagen parece que va perdiendo color conforme el nivel de iluminación va descendiendo, pues los conos van dejando de actuar pero continúan los bastones. En días claros y soleados, si fotografiamos al mediodía un objeto a la sombra, veremos que las fotografías nos salen ligeramente azuladas, esto es debido a la elevada temperatura de color del cielo azul.

Película: Día y noche

Una opción para ciertos tipos de trabajo es utilizar la luz diurna dentro de un estudio, y eso es lo que hacen algunos profesionales. Consideremos las ventajas: la luz es natural; al contrario de lo que sucede con el flash podemos ver cuáles van a ser los resultados; y su coste es nulo. Si trabajamos en exteriores podemos controlar la luz mediante grandes paneles blancos o negros situados alrededor del sujeto.
En un interior es mejor elegir una habitación orientada al norte: así nunca entrará el sol directamente y la luz será uniforme y constante a lo largo de todo el día. Para trabajos en color puede resultar un tanto fría y producir una ligera dominante azul.  La luz de las habitaciones con una orientación diferente sufre variaciones de color, intensidad y contraste a lo largo del día. Cuando el sol entra por una ventana la luz es abundante, contrastada y cálida; sin sol los niveles de iluminación bajan considerablemente, las sombras son más suaves y la temperatura de color más neutra.
El tamaño de las ventanas también influye, para obtener una iluminación suave y uniforme es necesario contar, al menos, con una gran entrada de luz. El tamaño de cualquier ventana puede reducirse con cortinas o con hojas de cartulina negra para obtener una luz más dura y direccional. La luz que proviene de ventanas pequeñas puede suavizarse con cortinas de redecilla o papel vegetal. La habitación ideal debería contar con una claraboya, que añade luz cenital suave y difusa.

Sea cual sea el sujeto que se vaya a fotografiar necesitaremos reflectores para sacar el máximo partido a la luz natural.

Por Carlos Regalado 

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